Ya que no podíamos permitirnos unos rulos. Compramos gomás elasticas para fabricar una especie de aéreo que poníamos en el suelo (curiosa paradoja) ingeniosamente atado a unos bancos, que había que montar y desmontar cada entrenamiento.
Los lugares de entrenamiento empezaron a ser más estables, primero en el IES Albasit un par de años, luego en el Pabellón de Magisterio otros dos y finalmente, fruto de las gestiones con el IMDA, en los sótanos del Pabellón del Parque o en el Pabellón de la Feria.
Se hizo amistad con otras universidades, especialmente Alicante y Murcia, que también estaban en sus comienzos y se organizaban torneos de Levante, más interesantes por la ilusión y empeño que poníamos en ello que por la destreza esgrimística de la que podíamos hacer gala.
A pesar de nuestros balbuceos con la espada, comenzamos a ganar ya competiciones para la universidad de Castilla-La Mancha, que en los demás deportes apenas obtenía resultados, lo que conllevó algo más de apoyo y confianza por parte de los responsables del deporte universitario.
Ampliamos las escuelas infantiles de esgrima a los colegios Mª Inmaculada, Dr Flemming y Villacerrada, donde surgieron jóvenes promesas, convirtiéndose en nuestra pequeña cantera.
Hacia el año 2000 se empezó a competir incluso a nivel nacional, consiguiendo meternos por tres veces consecutivas en la final a 8 del campeonato de España de 3ª categoría, por parte de Miguel, Perona y Goyo.
También se competía a nivel internacional, principalmente aprovechando torneos e intercambios universitarios, viajando a Francia, Holanda (Tilburg, donde conseguimos 1º y 2º en masculino de Miguel y Goyo) y Eslovenia (con un magnífico 2º puesto en Femenino de Eva).
Se ganaron los primeros trofeos regionales, que habían estado dominados por los estupendos tiradores toledanos, desde tiempos inmemoriales, convirtiéndonos en seria alternativa a su dominio.
En 2003, tras gestiones con el IMDA conseguimos una sede nueva, la actual de Jorge Juan, que estaba recién inaugurado, porque los sótanos del Pabellón del parque se quedaron pequeños (solo cabían dos pistas) y además tenían humedades.
Teníamos más alumnos que nunca, entrenábamos 3 días a la semana, el ambiente en el club era extraordinario, nos juntábamos todos los viernes en el bar “Agua Viva” a tomar cañas o cenar, viajábamos a menudo a numerosas competiciones, había nuevas inscripciones constantes y el club crecía más de lo que se podía asumir, económicamente teníamos todos los años superavit, que reservábamos para futuras compras de material o posibles contratiempos.
Pero, cuando todo parecía inmejorable llegó un revés inesperado…
En Azuqueca, año 2000, obtuvimos trofeo en varias las categorías: David y Juan Miguel en M-15 y Mª Jesús y Goyo en absolutos.
Todos nuestros representantes en Toledo 2000
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